Guía de dosificación: El cronograma de toma y la activación del sistema endocannabinoide

A diferencia de la medicina alopática tradicional, donde un fármaco actúa de manera uniforme sobre una patología, el cannabis medicinal funciona de forma personalizada. El cannabis no es un antibiótico que elimina una bacteria; es un modulador que interactúa con el sistema endocannabinoide (SEC) de cada individuo.

Debido a que cada organismo es único, no se puede hablar con exactitud matemática sobre una dosis universal. El éxito de la terapia depende de dos factores que solo se descubren con el tiempo: la cepa correcta y la dosis adecuada para el paciente.

¿Por qué el proceso es paulatino?

El objetivo de incorporar el aceite de forma gradual no es solo evaluar la tolerancia, sino "despertar" y activar el complejo sistema endocannabinoide. Este sistema regula funciones vitales como el sueño, el dolor y la respuesta inmune, y requiere un proceso de adaptación para comenzar a procesar los fitocannabinoides de manera eficiente.

Cronograma de administración sugerido

Para encontrar su "ventana terapéutica" (la dosis mínima que produce el máximo beneficio), recomendamos seguir este cronograma estrictamente, sin acelerar los tiempos:

• Días 1 al 3: 2 gotas cada 12 horas.
• Días 4 al 6: 2 gotas cada 8 horas.
• Días 7 al 9: 3 gotas cada 8 horas.
• Días 10 al 12: 4 gotas cada 8 horas.
• Días 13 al 15: 5 gotas cada 8 horas.

(Este incremento puede continuar hasta un máximo de 10 gotas cada 8 horas, según la necesidad del paciente).

Cómo identificar su dosis ideal

La clave del tratamiento es la evaluación diaria. Si, por ejemplo, al llegar al Día 10 (4 gotas cada 8 horas) usted comienza a notar cambios significativos y mejoría en los síntomas, esa es su dosis. En ese punto, debe detener el aumento y mantener esa cantidad diariamente.

Solo si con el paso del tiempo nota que el efecto disminuye, podrá avanzar al siguiente escalón del cronograma (5 gotas cada 8 horas).

Consideraciones importantes para el éxito del tratamiento

1. Agitación del envase: Es fundamental sacudir el frasco durante 30 segundos antes de cada toma para asegurar que los terpenos y cannabinoides estén bien distribuidos.
2. Almacenamiento: No es necesario conservar el aceite en la heladera; basta con un lugar fresco, seco y protegido de la luz solar directa.
3. Evaluación de la Cepa: Si tras completar el cronograma de forma paciente y correcta no se observan cambios, es probable que la cepa no sea la adecuada para su organismo. Esto sucede en aproximadamente el 30% de los casos debido a la individualidad biológica, y es la señal para rotar a una variedad con un perfil de terpenos diferente.
4. Respetar los tiempos: Nunca acelere el proceso. La paciencia es la clave para que el sistema endocannabinoide se estabilice y responda de manera óptima a la terapia.